Ayer por la noche, entre la vigilia y el sueño, oía en la radio a una mujer que decía ser vidente no profesional, solo eventualmente, y contó ciertas cosas que no dejan de darme vueltas en la cabeza, ¿habrá algo de verdad?, who Knows!
La mujer con voz muy serena explicó que a través de una visión a todo color se le reveló el error omitido referente al patriarca Abrahán, bueno, primero decir, que solo Dios es perfecto, o ¿no?. Bien, sigamos con Abrahán, se trata concretamente de que el primer patriarca alteró substancialmente el guión sacrificando al animal. En realidad, lo que Dios le pedía en sacrificio a Abrahán, era encender un fuego con las ramitas secas que había en el suelo, junto al arbusto situado justo detrás del animal, Dios siempre quiere que veas Más Allá.
No negamos la devoción de Abrahán por Dios, pero uno no nace enseñado; ser el primero es arriesgado, y aprendemos a base de acierto, error, acierto, de mucha repetición.
Nosotras suponemos que Dios quería que a través del ritual asociar el fuego a la luz interior, espiritual.
Dicen que por norma general, los hombres gozan de mejor sentido de la orientación que las mujeres, en ello fue acertado el impulso de Abrahán de dirigirse al monte;
sin embargo, las mujeres, superan ampliamente a los varones en fijarse en los pequeños detalles, vaya, están en todo.
Del ritual conservamos el símbolo del fuego en la llama de la vela, especialmente eso, como Amnistía Internacional.
Fácil de recordar y difícil de cumplir, dos palabras que el orden no cambia su significado, es muy claro y nada ambiguo donde dice: No matarás.
Para ir corrigiendo desatinos de ambos géneros, como arranca Bebe en telarañas pa fuera con el tema de la canción Malo, en parte será gracias a la jurisprudencia universal.
Debemos reclamarla,
y según decálogo, las religiones autorizadas predican la Justicia Universal, o ¿no?
