miércoles, 3 de junio de 2009

pecar, ¿en qué sentido?



PECADORES TOD@S, ARREPENTID@S NO TANT@S

Por mencionar algún pecadillo del Vaticano, diríamos
que los secretos de confesión no deben utilizarse de barómetro para evaluar la moral de los fieles y de la sociedad por extensión, éste sería uno de tantos. Por favor, que los sacerdotes den la absolución y la bendición, que es lo suyo, y es bastante.

Según un sacerdote que colgó los hábitos, el pecado del Vaticano fué que se confundió bando, y no desde la caída del muro de Berlín, sino ya desde la Revolución Francesa, ‘Liberté, Equalité y Fraternité, una máxima de una moral y una ética cristiana inmaculada e impecable que pasan olímpicamente por alto, preferentemente se codean con los poderosos en privado.
Y rezan:Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy, oro, lujo y oropel, y muchas reverencias, Amén, ¡Así Sea!
Amén.

Todos sabemos que la culpa es muy negra y nadie la quiere, por ello el Vaticano quiere pasar del tema de abusos a menores en las escuelas y abordar el pecado quedando el clero fuera.


Noticia on line

Según un teólogo del Vaticano

El pecado del hombre es la lujuria y el de la mujer la soberbia

Las mujeres y los hombres pecan de forma diferente y ello se ve cuando se estudia cómo se comportan ante los pecados capitales refirió el teólogo de la Casa Pontificia, padre Wojceich Giertych.

El pecado capital número uno de los hombres es la lujuria, seguido por la gula, mientras que la mujeres pecan primordialmente por soberbias y después por envidiosas, según unas declaraciones del teólogo de la Casa Pontificia, padre Wojceich Giertych, que recoge hoy el diario La Stampa.

Las mujeres y los hombres pecan de forma diferente y ello se ve cuando se estudia cómo se comportan ante los pecados capitales refirió el teólogo de la Casa Pontificia, padre Wojceich Giertych.

«Para los hombres el pecado más difícil de afrontar es el de la lujuria, después la gula, la pereza, la ira, la soberbia, la envidia y la avaricia, mientras que para las mujeres el más peligros es el de la soberbia seguido de la envidia, la ira, la lujuria, la gula y la pereza», agregó.

Además, según dice el diario, la lista de pecados mortales se prolonga e incluye «la manipulación genética, los experimentos con personas, la contaminación ambiental, la droga, la injusticia y la desigualdad social, causar pobreza y la riqueza excesiva», según ha decidido el Dicasterio Vaticano dedicado a la Confesión.

Dicho Dicasterio ha lanzado la voz de alarma por la crisis del sacramento de la confesión: el 30 por ciento de los fieles católicos no considera necesario confesarse, el 10 por ciento lo considera un impedimento en el diálogo con Dios y otro 20 por ciento tiene dificultad de expresar sus propios pecados.

Según datos de la Universidad Católica de Italia, sólo cuatro católicos de diez se confiesan.

Para recuperar el sacramento de la confesión el papa Benedicto XVI va a publicar un «vademecum» destinado a confesores y directores espirituales, refiere el diario.

La publicación aparecerá en el contexto del Año Sacerdotal que el Pontífice abrirá el próximo 19 de junio en San Pedro, anunció el arzobispo Mauro Piacenza, Secretario de la Congregación para el clero.

Para el arzobispo, la confesión «no es el diván del psicoanalista ni el de un psiquiatra, hay que recuperar el sentido del pecado».

Fuente: La Voz de Galicia